viernes, 8 de febrero de 2013

Hoy estrenamos. Son veinte años desde la primera vez, y el estómago sigue flotando y el sueño sigue alterándose cuando se acerca un estreno. Supongo que es porque todavía me importa. Ayer logramos encajar todas las piezas: luces, sonido, escenografía y movimiento. Hoy por la mañana veremos si es cierto que funciona. Si no funciona es porque la duda y el misterio siguen presentes, y eso es lo más importante. Cuando la certeza se ha instalado, no hay necesidad de nada más y el arte deja de serlo. Así que las preguntas acerca de todo este proceso siguen abiertas. Estoy muy agradecido con todos y todas. Es una pena bailarlo solo una vez...

martes, 5 de febrero de 2013

Del diario del coreógrafo

Martes. Todo finalmente empieza a encajar. Cambios que había que hacer para quitar un poco de tanta rendición, de tanta espera, de tanto derrumbe. El violín empieza a esclarecerse y a hilar, a hacer un collar de fragmentos, de momentos. Quisiera tener una semana más, para seguir probando y seguir cambiando. Pero no hay más que tres días, incluido el del estreno. Ahora quiero meterme bajo una mesa, y dormir una siesta de cuatro o seis horas. Sin mover ni un solo músculo. Quiero despertarme y ponerme a bailar en la calle, sin más preocupación que el sonido de la lluvia. Quiero lucidez y calma.

sábado, 2 de febrero de 2013

todos y todas... por primera vez en una foto

Hoy ha llegado Juan José, el violinista. Todo parece cobrar más sentido con él y lo que busco que haga. Hoy también tuve mi primer brote de stress y dije unas cuantas cositas a los bailarines... Nunca está de más una sacudida para que vuelvan a estar presentes y dispuestos. Esta semana que viene va a ser super intensa y decisiva. Espero tener mayor lucidez que hasta ahora (que no ha sido mucha).