viernes, 8 de marzo de 2013

del proyecto escénico "entre ellas, el tiempo", bajo la dirección de E. Ortiz. Por: ARIADNA BARETTA

viernes… casi las siete de la noche, el tiempo apremia, falta poco… salgo del trabajo apresuradísima hacia la facultad… …desde el ingreso fue casi imposible acceder. gran multitud impedía el normal tránsito y visibilidad de la puesta en escena; cuando… al final, al fondo de la sala… de repente una gran escalera… elemento perfecto para encaramarme y no perderme la función, avistándola desde un ángulo diverso. música… un violín, golpes, zapateos, voces altas y… hasta tanto, yo, seguía muy silenciosamente escalando… ¡he ahí!, ¡finalmente cómoda! a lo lejos, un gran grupo de bailarinas y bailarines en escena que en cierta forma vestían algo en común: unos tacones; y… sorprendentemente me dejé llevar por las destrezas de uno de ellos que, pese a calzar unos extremadamente altos, los maniobraba a la perfección; la femineidad afloró, pero… más aún esa sensación por poseer y controlar un espacio-cuerpo que aparentemente le era ajeno. tuve la sensación de que ese cuerpo… no, no, no, no, no, ese cuerpo no… esos cuerpos en cierta forma, intentaban definir su presencia, socavando interiormente ese espíritu de profunda indivisibilidad, poseyendo posturas firmes y absolutamente seguras, logrando el dominio del escenario; aunque en ciertas ocasiones se vieran abatidos por el temor, mostrando sus trémulos cuerpos arrojados en el suelo y despojados de confianza. ellas, con sus mejores trajes (mientras ellos menos) se presentaron ante el público con una corporalidad imponente y se enfrentaron a él, asegurando su territorialidad; irremediablemente el público se sintió cómplice de la escena, en el momento en el que Ernesto intentó observar al otro a través de una linterna, pretendiendo quizá aclarar, en la penumbra del palco, esos asistentes que de un momento al otro perdieron la postura y comodidad de espectador, sintiéndose algunos, invadidos con la presencia de ese otro, que también les era extraño. es así como con movimientos precisos y decididos el espectador aparecía en escena, siendo iluminado, con un extraño rayo de luz, frontal y directamente a los ojos. ¿sentirse perturbado?. !por supuesto!, ¡irremediablemente!. ¿placentera o desagradablemente?. …curiosas lecturas surgieron… el público murmuraba a la salida: ¡una historia de amor!, no, no, ¡desamor!, …y entre sonrisas… ¡la historia de él!, no, no, ¡de ella! y así… la danza contemporánea instituye una delgada línea entre espacio y temporalidad porque el cuerpo tiene la posibilidad de sobrepasar la existencia de estas dos instancias, creando otras nuevas; y esto es increíblemente real cuando ellas y ellos (bailarinas y bailarines) se insertan en el público, inevitablemente perceptibles, acomodándose en las bancas de manera estática, en algunos momentos; mientras en otros, ejecutando su propuesta. el proyecto metamorfoseó mi espacio, mi percepción, llevándome a la discontinuidad; tuvo la posibilidad de hacerme ex-sistir; me descolocó porque llevó al cuerpo más lejos de sus posibilidades, más allá de lo real; requisito que considero implícito en la acción performática y que en “Entre ellas…” se torna vivencial, haciendo de lo imaginario un espectáculo, de lo irreal… una y otra realidad... por: ariadna baretta cuenca, ocho de marzo de dos mil trece

jueves, 7 de marzo de 2013

Notas para acercarnos a la obra "Entre ellas, el tiempo". por: ELIANA BOJORQUE

Son las 7pm, no esperaba ver tanta gente agolpada en el patio posterior de la Facultad de Artes, espacio que poco a poco va cobrando el estatus de un vestíbulo activo de teatro-danza vivo y concurrido, no sólo por estudiantes, sino sobre todo por públicos diversos, entre familiares, amigos, profesores, estudiantes de arte y nuevos espectadores, curiosos invitados por la prensa. El motivo, la presentación estreno de la obra “Entre ellas, el tiempo” de Ernesto Ortiz, profesor investigador de la Facultad de Artes de Nuestra Universidad de Cuenca. La obra es una propuesta de Ortiz que funde en el espacio de laboratorio corporal que se ha desarrollado durante este semestre, la investigación corporal estimulada en los estudiantes de varios ciclos de la carrera de Danza-Teatro, y la investigación de otros profesores, en un trabajo conjunto que estudia referentes conceptuales y estéticos, mientras los transforma y recrea con experiencias propias y otras “vividas por los maestros y aplicadas y transferidas a otros cuerpos”, las de los alumnos, cuerpos que se resisten y en esa resistencia se crean nuevas formas y expresiones. Este trabajo de investigación formativa y colectiva se ve y se siente reflejado en la integración del grupo en escena, todos hacen su trabajo de una manera fluida y conectada. Las miradas jamás se dirigen temerosas al público, nos miran sólo cuando amerita una incriminación, interpelación o afirmación que nos introduce en el devenir de la obra. La concentración de cada uno nos conmueve, están tan vinculados a la vez consigo mismo, la obra y el público, actitud que nos lleva a sentir varias emociones a la vez. Las imágenes corporales, los ruidos, sonidos, caídas, palabras, la relación con los objetos, en particular con las paredes y pisos, vectores cartesianos de este mapa de gritos y miradas que se descubren trabajadas y estudiadas, los movimientos son seguros, sorprende además la velocidad de los mismos y la coordinación y anticipación de los cuerpos en un espacio limitado que comparten una veintena de bailarines-actores. Estos elementos denotan además la fusión de las destrezas actorales y dancísticas. Desde el punto de vista del público había total expectativa porque los cuadros no estaban limitados, al no contar con cierres predecibles, la atención y permanente esfuerzo de comprensión va y viene en un espiral de emociones, de la risa, de la ironía a la angustia y la identificación con uno o varios personajes. Los solos de los profesores fueron centrales e intensos, buscan los límites de la subjetividad en los momentos tensos de una relación afectiva que todos hemos vivido. No podríamos narrar una historia, son muchas historias individuales sobre el mismo tema: ellas y el tiempo, se suman varios elementos generados individual y colectivamente, que se sincronizan en escena pero que a la vez en movimiento diacrónico, responden a cada historicidad de los actores. Esto funciona como un dispositivo que nos lleva a cada uno a combinar las imágenes que vemos en escena con nuestras propias imágenes personales. Este me parece uno de los elementos técnicos mejor logrados. Los personajes bien logrados con sencillez pero pertinencia de vestuario, peinado y maquillaje, que embellece a los danzarines, acentúa sus miradas y gestos. El uso de los tacones, en permanente tensión con la velocidad y los movimientos abruptos y enérgicos genera admiración vértigo, me gustó mucho. La música se integra no tan perfectamente, pues aparece y desaparece sin una aparente complicidad con los momentos de la obra, tal parece que se improvisa y se antepone a los momentos, es bella y fuerte, el que sea parte de la obra en escena, convierte al músico en un actor más, ese detalle vale la pena, aunque a veces habla sola, o tal vez introduce una nueva voz ensimismada, como uno más en el escenario. Tal vez esa era la intención. La incerteza…...

viernes, 8 de febrero de 2013

Hoy estrenamos. Son veinte años desde la primera vez, y el estómago sigue flotando y el sueño sigue alterándose cuando se acerca un estreno. Supongo que es porque todavía me importa. Ayer logramos encajar todas las piezas: luces, sonido, escenografía y movimiento. Hoy por la mañana veremos si es cierto que funciona. Si no funciona es porque la duda y el misterio siguen presentes, y eso es lo más importante. Cuando la certeza se ha instalado, no hay necesidad de nada más y el arte deja de serlo. Así que las preguntas acerca de todo este proceso siguen abiertas. Estoy muy agradecido con todos y todas. Es una pena bailarlo solo una vez...

martes, 5 de febrero de 2013

Del diario del coreógrafo

Martes. Todo finalmente empieza a encajar. Cambios que había que hacer para quitar un poco de tanta rendición, de tanta espera, de tanto derrumbe. El violín empieza a esclarecerse y a hilar, a hacer un collar de fragmentos, de momentos. Quisiera tener una semana más, para seguir probando y seguir cambiando. Pero no hay más que tres días, incluido el del estreno. Ahora quiero meterme bajo una mesa, y dormir una siesta de cuatro o seis horas. Sin mover ni un solo músculo. Quiero despertarme y ponerme a bailar en la calle, sin más preocupación que el sonido de la lluvia. Quiero lucidez y calma.

sábado, 2 de febrero de 2013

todos y todas... por primera vez en una foto

Hoy ha llegado Juan José, el violinista. Todo parece cobrar más sentido con él y lo que busco que haga. Hoy también tuve mi primer brote de stress y dije unas cuantas cositas a los bailarines... Nunca está de más una sacudida para que vuelvan a estar presentes y dispuestos. Esta semana que viene va a ser super intensa y decisiva. Espero tener mayor lucidez que hasta ahora (que no ha sido mucha).

domingo, 27 de enero de 2013

Del diario del coreógrafo

Hemos podido encontrar un orden en la fragmentación. No sé si eso es lo que buscaba. Pero para organizar el material y presentarlo, se hace necesario un cierto esquema que permita a los intérpretes caminar por el tiempo de la escena. O más bien, esperar en el tiempo de la escena. Es tan difícil ser el ojo externo y bailar, al mismo tiempo. Es cansado y siempre cualquier certeza se convierte en duda. No tengo mucho espacio para mí, y debo buscármelo de cualquier manera. En la cabeza aparecen las imágenes de lo que yo quiero hacer, de cómo quiero moverme, pero siguen siendo de dudosa procedencia. Seguramente eso es muy bueno... El tiempo se acorta rápidamente y casi nunca logramos estar todos juntos. Eso será, sin duda, una evidencia también y dará un giro a las cosas, que estará fuera de mi control: entonces tarea cumplida. "Perder el control"... Seguramente nunca será suficiente pérdida del control, seguramente quedará un gran rezago de racionalidad en la construcción. Por eso me pido disculpas a mí mismo. ESTRENAMOS EL 8 DE FEBRERO!!

sábado, 26 de enero de 2013

Del mail de Mirta Castro

Vuelvo a expresarles mi admiración y reconocimientos. La redacción me llevó con interés por todos los textos, bien escrito! Además la diagramación y fotos en "Entre ellas......" en mi opinión, acentúa "lo fragmentario" de las historias y es visualmente agradable, Gracias por compartirlo conmigo. Me emociono y desde acá les abrazo....Adelante!!!!! Mirta.

domingo, 20 de enero de 2013

Del diario de Andrés

BITACORA 1 Esperar… pausas por todas partes, momento propicio para ponerse a pensar por donde vamos, para luego esparcirme por todo el piso y aire manchando de colores el espacio, de un extremo al otro mientras los demás caminan, tal vez me miren y piensen qué es lo que hago por ahí tan cerca de esa fuente infinita y eterna de energía. La tierra fuente de vida y muerte. Cuando vinieron a mí cinco mujeres y un hombre me sentí diminuto en aquel rincón como si estuviese siendo juzgado por esas miradas llenas de ilusiones, tan profundas, bellas, inocentes... Luego una propuesta de beso que no sabía cómo reaccionar, me estremecí solo de pensarlo, fue como aquel hormigueo de recordar mi primer beso, nervios y ansia de no saber que estará próximo a pasar... para mi alivio todo se tranquilizó cuando se fueron a seguir esperando y yo volví al suelo buscando tal vez refugio y tanquilidad. BITACORA 2 Tres tiempos: pasado, presente y futuro. Cuando rodaba por el suelo pensé que era ese tiempo al que muchos regresamos la vista, el pasado, aquel espacio muerto lleno de recuerdos alegres y tristes, al que ya no tenemos acceso sino a través de nuestros recuerdos, que están presentes en cada exhalación que entrego al aire. Cada vez que recibo en mis manos los cuerpos frágiles de Milena y Ernesto pienso en esas personas, quizás amigos, conocidos o desconocidos con los que me he cruzado durante mi vida, algunos con más relevancia que otros pero que de alguna manera u otra influyeron en lo que soy hoy… el presente.

viernes, 18 de enero de 2013

Del diario del coreógrafo (menos aterrorizado que ayer...)

Hay una atmósfera que empieza a formarse. Creo que tiene que ver con el eje transversal de la obra, que es la espera. Pero, ¿qué es un eje transversal?. ¿Es vital o imprescindible que exista?... Creo que me gusta creer que se va formando, que va apareciendo subrepticiamente por las fisuras que quedan tras el movimiento, los silencios y las pausas. Me encantaría creer que va a convertirse en algo contundente y verdadero. Pero, ¿qué es lo contundente? ¿o lo verdadero?... ¿un momento de desolación total? ¿un movimiento puro y honesto? En todo caso, hoy pude ver que hay material suficiente para intentar coser un vestido que no termine de armar, que no termine de quedar bien en el cuerpo de nadie. Y eso me gusta. Hay material para cortar y pegar. Para arrancar y hacer tiritas. Eso me gusta.

jueves, 17 de enero de 2013

Del diario del coreógrafo (del terror del coreógrafo...)

Primer intento de poner todas las cosas juntas. Primeras ganas de salir corriendo y dejar todo detrás. Seguro estas ganas se repetirán de aquí en adelante, unas diez veces, antes del estreno. Pero algo hará que me siga quedando. Que nos quedemos... que les obligue a quedarse. Lo más interesante de todo, lo más reconfortante, es saber que el ojo externo, el gran hermano que es la voz del coreógrafo, se puede perder en este momento. Estar bailando y dirigiendo siempre es una tarea ingrata y maravillosa. Ingrata porque nunca hay certeza alguna. Maravillosa por la misma exacta razón. Sigo haciéndome preguntas y aunque tengo escrito un guión de ocho páginas, apenas tres o cuatro cosas de él sobreviven al momento vivo de componer. Me angustia el ritmo, como siempre. Pero ante eso nunca cedo, y en eso básicamente confío: en construir un ritmo que me satisfaga, que me haga sentir en medio de música culta, evolucionada, que me haga subir y bajar sobre una tabla de surf, en un mar embravecido. Hoy recordé una vez más que nada es lo que parece. Y que en el silencio y la quietud hay una belleza infinita, más grande que cualquier otra cosa.

miércoles, 16 de enero de 2013

Del diario de Carla

Día 1. El encuentro de seis mujeres con destinos inciertos, con propósitos, estilos y formas diferentes, en un espacio escénico que espera ser explotado y experimentado, me hizo pensar en mi lugar y propósito en escena. ¿Qué hago allí?, ¿Qué espero al final del proceso?, ¿Estoy segura que quiero estar en lugar que estoy?, preguntas que no estaba lista para contestar en ese momento. Al reafirmar mi presencia, un dialogo por celular activó en mí un momento de creación y dudas, ¿Con quién quiero hablar?, ¿Qué quiero decir?, ¿Cuál va a ser mi tono de voz?, dudas que a lo largo de las horas y varias repeticiones se fueron aclarando, comencé a tener confianza con mis compañeros y especialmente en mí. Sabia con quien hablaba, sabía lo que le iba a decir y lo que quería de él. Estaba tan segura de mi objetivo, ya que lo asocié con una conversación que quisiera tener en la vida real, con alguien real, en un momento real. Una conversación a la que huyo, por un miedo interno al perder, al tener voz propia, al expresar lo que siento y ser herida.

Del diario del coreógrafo

En honor a la verdad, luego del nombre vino a mi cabeza una segunda tentativa de orden en este trabajo. En un inicio, había querido intentar deshuesar las improvisaciones y ensayos, para componer un cuadro aleatorio de imágenes y atmósferas, con un único referente: un sillón. Los primeros conatos de cuerpo coreográfico, aparecieron apegados a este elemento aglutinador y contundente. Como una fuerza volcánica en reversa: un gran agujero negro, que todo lo succiona y lo contiene. Los tres personajes iniciales fueron un día multiplicados. ¿Por qué? Ahora no lo recuerdo con claridad. Creo que pensé en "Hora Nona"(2007), porque debí revisar su dramaturgia para una publicación en "El Apuntador", y ahí encontré algunos elementos que siempre estuvieron gritando por ser convertidos en algo más, por ir un poco más desviados de su camino. Así aparecieron las seis mujeres que rodean al resto de personajes. ¿Por qué los rodean? tampoco lo sé. Es como si el misterio del sillón haya devenido en un ojo de pez, en un ojo de Saurón, en un inalienable sino. Y ellas cumplieran la función de pitonisas del tiempo. Por eso "Entre ellas, el tiempo". Los otros tres somos, quizá, el pasado, el presente y el futuro de algo. ¿De qué? tampoco lo sé. Pero lo prefiero así, porque esta duda constante solo me hace un portador del mensaje inconsciente que pelea por salir. De la duda constante y del sinsentido se alimenta el arte. Y nos alimentamos también los que lo pervertimos.

martes, 15 de enero de 2013

Del diario de Milena...

Enero 11 Entramos a la etapa final en donde se sospecha hacia a dónde vamos pero sin tener claro cuál será el resultado formal. Existen para hoy dos grupos de trabajo: las chicas y nosotros. Alguna de ellas, como si fuera una parte que se le suelta al grupo, se queda en nuestro ensayo observando, acompañando. Hay curiosidad de ambas partes: Israel sigiloso se asoma por la puerta entreabierta a descubrir en qué estamos ocupando nuestro tiempo y yo me asomo por hendiduras de la pared para sonreír a la hermosura de las mujeres de al lado. Cuando me coloco en el papel de intérprete, sin dejar de proponer, me dejo llevar, no me cuestiono los por qués de una lógica ajena y simplemente voy construyendo mis razones para moverme. Observo las necesidades del director, hacia a dónde va su búsqueda y cómo compone. Me coloco en un territorio neutro en donde convirtiéndome en una ficha que él pueda mover fácilmente, le ayude a llegar a donde quiere.

Del diario de Synnove

Día 2. Tacones altos, no son cómodos, pero una mujer como esta mujer, sabe usarlos. Como ella es la dueña del sendero que traza su cuerpo y sus zapatos, por el que algunos caminan... pero ella baila. El espacio es una excusa... Su intención va más allá, a un lugar que yo no conocía, al que no iba por seguridad. Pero al que ella me lleva, y con esa convicción que parece que solo alguien en sus tacones iría, se desliza, corre, va y viene en ella, en mi... Es el transporte entre un cuerpo y un par de zapatos negros marca Aldo tacón no. 10.

domingo, 13 de enero de 2013

esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar,esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar,esperar,esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar,esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar...
En el pasado cuando alguien tenía un secreto y no quería que nadie se enterara, subía hasta una montaña, encontraba un árbol, cavaba un hueco en el tronco, susurraba el secreto y tapaba el hueco con barro...
...don't know why, there's no sun up in the sky. stormy weather since my man and i ate together, keeps raining all of the time.

Etta & "Stormy Weather"... for us, loners...
Ellas observan imparables y sempiternas. Con nostalgia, con deseo caduco, con cansancio. Una de ellas se levanta. Toma el tacho de luz y lo enciende. Se acerca despacio hacia los cuerpos. Se detiene en uno de ellos, lo ilumina por partes, lo recorre con la luz y lo besa. Lo besa como Magdalena besó los pies de Jesucristo. Dos más de ellas se han levantado. Han tomado otras luces y las elevan por encima de su cabeza, iluminan los cuerpos con intermitencia, con angustia y apuro, como si buscaran las llaves de un cajón lleno de dinero. La música empieza a sonar.

sábado, 12 de enero de 2013

Del diario de Augusta...

¿Cómo empezar?… más bien ¿por dónde? …por las inquietudes, ideas, presunciones, aspiraciones, miedos... cómo se supone que voy a moverme con tacones si ni los tengo ni se mantener el equilibrio o caminar por más de 20 segundos sin torcerme la patita… y sin más y más la femineidad…!!! Es lo primero en cruzar por mi cabeza al pensar en tacones… ardua tarea para quien tiene la gracia de un pingüino con vestido… Es interesante, el cuerpo cambia y se vuelve tan hermoso como la sencillez del papel blanco con tacones y sonidos…
Hoy trabajamos como cada sábado desde las 9am. Pero hoy nos divertimos muchísimo más porque hicimos la sesión fotográfica.... el maquillaje, los vestuarios, los zapatos! todo estaba regado por todas partes y estábamos atrasados. El sol fue nuestro aliado. Las gradas y los escombros también. Bailamos. Les compartimos imágenes... Disfrútenlas... Ernesto
"Entre ellas, el tiempo" aparece como unas ganas desesperadas de bailar y de hacerlo divirtiéndose y experimentando. En el proceso, varios maestros y estudiantes han participado. No todos se han quedado, pero los que lo han hecho son los que deben estar. Hay en la obra, varias resonancias de algunos trabajos anteriores míos y verlos atravesar los cuerpos y las mentes de estos nuevos intérpretes es una experiencia maravillosa. Para vivir la danza hay que hacerlo sin reservas y con mucha pasión. Cada vez que nos reunimos para trabajar, todos parecen entenderlo. A todos ellos y ellas, les agradezco por eso: Andrés, Milena, Synnove, Natalie, Augusta, Karina, Israel y Carla. Estrenaremos a finales de Enero de este flamante 2013; solo para recibir a la Serpiente como ella sabe moverse: sinuosa y rastreramente!!! Les esperamos!!